El té, segunda bebida más consumida en el mundo después del agua, es parte indivisible de la cultura China. Se sirve, siempre sin azúcar, antes, durante y después de comidas o también para disfrutar tranquilamente con amigos en algún salón de té.
Las hojas que veis en la foto las trajimos desde una tienda de té de un barrio de la ciudad de Xian, conocida mundialmente por los guerreros de Terracota. Durante la larga caminata que nos dimos del hotel al centro de la ciudad encontramos una tienda de té de barrio, alejada del ambiente comercial y turístico. La familia que nos atendió (porque acabo saliendo la familia entera) no hablaba ni papa de inglés, más o menos el mismo chino que nosotros. Eso si, todos nos echamos unas buenas risas intentando hacerles enteder que queríamos Longjing cha. Al final, después de venir toda la familia a ver que queríamos vimos que, por suerte, indicaba Dragon Well Tea en algunos de los envases (ver la siguiente imagen).
Nos llevamos como medio kilo y además té de Jazmín (que estaba también delicioso) y algunas tazas y minicuencos. A juzgar por las sonrisas de la familia aquella debió ser la venta del mes. Por una vez no tuvimos que regatear ya que el precio parecía más que justo (en la zonas turísticas los precios se inflaban una media de 10 veces y había que regatear hasta la extenuación para conseguir un precio algo más adecuado)
El longjing o Té de Pozo del Dragón es uno de los tés verdes más reconocidos y de mejor calidad de China, y por tanto del mundo.
Por lo que he podido investigar en lugar de tratarlo al vapor para evitar la fermentación pasa por unas sartenes (sí, lo frien, dioooos), lo que le da ese color dorado característico. El sabor es una mezcla indescriptible de dulce, ácido (si ácido) y amargo. Tiene amino-ácidos, vitamina C y la mayor concentración de antioxidantes de entre los tés. No me extraña que fuera uno de los favoritos de los emperadores.
Hay diferentes calidades y parece que abundan las falsificaciones. El que trajimos de China, sin ser el mejor de todos (que alcanza los 600€ el kilo) parece bastante bueno (aunque creo que mi paladar no está tan versado como para ser una garantía)
Ah, y por si fuera poco la wikipedia dice que después de infusionadas (se puede repetir hasta 4 veces el proceso con excelente resultado) las hojas se pueden comer, voy a probar... ...uhm! tan güenas coño! fuertecillas, amargas, sabor intenso, aunque creo que no voy a abusar... ...uhm, toy repitiendo... uhm, que rico... pues igual con Lacón en lugar de los grelos...
P.D. Con la fotillo de las hojas de té he utilizado por primera vez eso del modo macro (señalado por una florecilla en la cámara) que sirve para hacer fotos decentes desde muy cerca. Lo he encontrado después de un montón de fotos borrosas, igual que el ajuste para luz fluorescente, manda egggggssss, eggggggqueeeee!!
Actualización: He cedido las fotos de este post para su uso en este artículo de NowPublic.
Las hojas que veis en la foto las trajimos desde una tienda de té de un barrio de la ciudad de Xian, conocida mundialmente por los guerreros de Terracota. Durante la larga caminata que nos dimos del hotel al centro de la ciudad encontramos una tienda de té de barrio, alejada del ambiente comercial y turístico. La familia que nos atendió (porque acabo saliendo la familia entera) no hablaba ni papa de inglés, más o menos el mismo chino que nosotros. Eso si, todos nos echamos unas buenas risas intentando hacerles enteder que queríamos Longjing cha. Al final, después de venir toda la familia a ver que queríamos vimos que, por suerte, indicaba Dragon Well Tea en algunos de los envases (ver la siguiente imagen).
Nos llevamos como medio kilo y además té de Jazmín (que estaba también delicioso) y algunas tazas y minicuencos. A juzgar por las sonrisas de la familia aquella debió ser la venta del mes. Por una vez no tuvimos que regatear ya que el precio parecía más que justo (en la zonas turísticas los precios se inflaban una media de 10 veces y había que regatear hasta la extenuación para conseguir un precio algo más adecuado)
El longjing o Té de Pozo del Dragón es uno de los tés verdes más reconocidos y de mejor calidad de China, y por tanto del mundo.
Por lo que he podido investigar en lugar de tratarlo al vapor para evitar la fermentación pasa por unas sartenes (sí, lo frien, dioooos), lo que le da ese color dorado característico. El sabor es una mezcla indescriptible de dulce, ácido (si ácido) y amargo. Tiene amino-ácidos, vitamina C y la mayor concentración de antioxidantes de entre los tés. No me extraña que fuera uno de los favoritos de los emperadores.
Hay diferentes calidades y parece que abundan las falsificaciones. El que trajimos de China, sin ser el mejor de todos (que alcanza los 600€ el kilo) parece bastante bueno (aunque creo que mi paladar no está tan versado como para ser una garantía)
Ah, y por si fuera poco la wikipedia dice que después de infusionadas (se puede repetir hasta 4 veces el proceso con excelente resultado) las hojas se pueden comer, voy a probar... ...uhm! tan güenas coño! fuertecillas, amargas, sabor intenso, aunque creo que no voy a abusar... ...uhm, toy repitiendo... uhm, que rico... pues igual con Lacón en lugar de los grelos...
P.D. Con la fotillo de las hojas de té he utilizado por primera vez eso del modo macro (señalado por una florecilla en la cámara) que sirve para hacer fotos decentes desde muy cerca. Lo he encontrado después de un montón de fotos borrosas, igual que el ajuste para luz fluorescente, manda egggggssss, eggggggqueeeee!!
Actualización: He cedido las fotos de este post para su uso en este artículo de NowPublic.
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