miércoles, 24 de diciembre de 2008

Camino Inglés (III) Miño-Bruma. 38km?

Sin duda una de las etapas más duras de camino de santiago que recuerdo. Las guías de internet, sin duda, subestiman el kilometraje, y el desnivel final de 400 metros que hay que salvar en la parte final antes de llegar a Bruma no ayuda en absoluto. Fueron al menos 9 horas caminando, buena parte del tiempo por bonitos y sombreados paisajes, eso si.

DSCI0001Empezamos a caminar a eso de las 8. Alfred, Valentín y Tomás quedaron algo atrás y continúe con Cristina (muy en forma este año) hasta Betanzos, quizás un punto de pernocta que haría esta ruta más equilibrada. Una breve parada para comprar algo de fruta y echar algo al estómago fue insuficiente para disfrutar de una bonita población de aire medieval. Pero el tiempo apremiaba...

Los caminos se iban alejando del mar para adentrarse en el interior de las tierras gallegas. Como en Bruma no hay ni restaurantes ni tienda fuimos haciendo acopio de comida para la noche: un par de cebollas, unos huevos caseros y una lechuga que conseguimos simplemente pidiendo a las gentes de los pueblos (salvo las cebollas, jajajajaja) que en ningún caso quisieron cobrarnos nada.

Especialmente conmovedora fue la anciana que nos dio los huevos. Tras pedirlos sin éxito en un elegante chalet con un montón de gallinas topamos por casualidad con esta mujer, que nos hizo pasar a su casa, muy humilde, y en gallego (bastante cerrado) nos dio un huevo a cada uno, nos llenó las botellas de agua y nos despidió (a Cristina con un par de besos)

También destacar la generosidad de la señora que nos dio la lechuga. Estábamos tomando algo en su bar y fue preguntarle dónde podíamos conseguir algo para una ensalada y salió por la puerta con un cuchillo para volver enseguida con una riquísima lechuga recién cortada de su huerta en una bolsa, y que tampoco nos quiso cobrar. Nos despidió después de una emocionante conversación en la que expresaba su creencia en un mundo mejor...

Este tipo de experiencias son mucho más improbables en el camino francés...

Con todo esto en la mochila, y un par de limones que también nos regalaron, afrontamos la subida hacia Bruma, en una etapa que se hacía interminable. A la llegada al pueblo bajaba el hospitalero en bici, y quedó muy sorprendido de que hubiéramos hecho la etapa completa desde Miño. Eran casi las 9 de la noche y al fin pudimos ducharnos y preparar (con el aceite que nos facilito el hospitalero) una tortilla de cebolla (riquísima) y una ensalada con manzana aliñada con los limones, que también aprovechamos para acompañar el agua de la cena. Creo que las caras de cansancio de las fotos lo dicen todo.

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Precioso el albergue de Bruma (abajo), donde encontramos a una pareja de suizos con la que coincidiríamos también el día siguiente.

DSCI0004Como indiqué antes los datos de la etapa en la guía estaban mal, así que a nuestros compañeros, que venían algo más despacio, se les hizo tarde y el hospitalero fue a buscarles en coche antes de que se les hiciera de noche (creo que aún les quedaban unos 5km)

Aparecieron exhaustos justo cuando estábamos cenando, y les ofrecimos algo de lo que habíamos preparado, pero con la boca pequeña, jajajajaja, que estábamos hambrientos. Mal por mi parte, tendría que haber tomado nota de la generosidad de la gente que nos había facilitado los ingredientes para la cena...

En cualquier caso había un servicio de "telecomida" de un restaurante cercano, así que Alfred, Valentín y Tomás se pegaron un buen pedazo de cena con caldo gallego incluído. Hubo una corta velada durante la cena y sobremesa, de conversación sobre lo acontecido durante la jornada.

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Los albergues de la Xunta de Galicia han comenzado este año a cobrar 3€ de forma obligatoria y se ha prohibido la pernocta en el suelo, un gran error. En la otra cara de la moneda están la voluntad de mantener albergues claramente deficitarios (como los del camino inglés) y el empleo a sueldo de gente de los pueblos para gestionar el albergue, lo que da ingresos (a sumar la hostelería) a localidades muy pequeñas y una forma de vida mejor en base al "turismo peregrino".

Una mención final para el hospitalero de Bruma, que nos atendió de maravilla.

Álbum del día aquí, y como pase de dispositivas aquí.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Camino Inglés (II) Neda-Miño. 24km

La etapa entre Neda y Miño discurre bordeando la ría, en ocasiones por bosques y otras paralelo a la playa.

Dejamos a Tomás en el albergue, que esperaría a nuestro otro compañero, Alfredo, que llegaba ese mismo día a Ferrol, y trataría de conseguir su credencial.
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Día de tremendo calor y más tras los 8km que nos comimos por carretera a pleno sol tras cruzar por el puente del tren entre Cabanas y Pontedeume (niños, no hagáis esto en casa). El precio de ahorrarnos unos kilómetros fueron unas bonitas quemaduras solares que serían un tanto molestas en los días siguientes... A la hora de caminar en verano la prudencia aconseja madrugar y no caminar a las horas de más calor (entre las 2 y las 4 de la tarde), pero por mucha experiencia que se tenga no siempre se cumple, jajajaja...

En cualquier caso el camino siempre tiene sus recompensas, como la bolsa de ciruelas rojas que bajamos del arbol bastón en mano, jajajaja (divertido momento)

Y la etapa terminó con un baño y precioso atardecer en la playa de Miño, el reencuentro con Tomás y Alfred en el albergue, y la aparición de Valentín, peregrino coruñés que se preparaba para hacer más adelante la vía de la plata...
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DSCI0038Como nota curiosa os pongo la foto de el anuncio de Pizza Miño, que traían comida bajo pedido al albergue: la solución del peregrino!! No sería el último caso que nos encontraríamos en el camino inglés, dado el aislamiento de algunos de los albergues.

Y para terminar unas fotillos cargadas de morriña desde "praia do miño"

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Album completo del día aquí, y como pase de diapositivas aquí.

La siguiente jornada sería dura...

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Camino Inglés (I) Ferrol-Neda. 12km

El madrugón desde Madrid fue importante. Muy cansado (y más para la conductora) el trayecto en coche (vía Ourense) hasta Santiago. Una única parada en Requejo y un poco de lío hasta llegar a los aparcamientos lavacolla, cerca del aeropuerto de Santiago de Compostela, donde dejamos el coche.

Tras varios intentos de autoestop apareció un taxi que nos llevó hasta la estación de autobuses de la capital de galicia. Desde allí, como era domingo y dada la escasez de servicio hasta Ferrol, doble sesión de autobús: Santiago-A Coruña y A-Coruña Ferrol. Una serie de malabarismos que nos permitirían hacer la primera etapa esa misma tarde.

No sin dificultades conseguimos encontrar las primeras señales del camino y sorteando la autopista y bordeando la ría llegar hasta el albergue de Neda antes de que fuera de noche, donde dormimos completamente solos.
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Aquí un par de fotos. Mis hermanos peregrinos, Cristina y Tomás (junto a las hortensias...) y las playas entre Ferrol y Neda. Comenzaba nuestro peregrinaje entre el Cantábrico y el Atlántico.

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El camino inglés comprende los trayectos A Coruña-Santiago y Ferrol-Santiago, y debe su nombre a que era el seguido por ingleses, irlandeses y escoceses tras desembarcar en alguna de las dos ciudades portuarias. Un irlandés en Santiago me comentó que actualmente se puede sellar la credencial en la fábrica de guinness de Dublín antes de emprender el peregrinaje. El trayecto desde Ferrol cumple con los 100km mínimos para obtener la compostela, distancia que no alcanza el recorrido desde A Coruña.

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Actualmente es la ruta xacobea más minoritaria de las conocidas (menos de 1000 peregrinos en todo 2007). La señalización es deficiente en algunos puntos y la distribución de albergues dista de ser óptima, lo que la hace ideal para amantes de la tranquilidad. Los paisajes, la cercanía del mar y los curiosos personajes que te encuentras hacen que el esfuerzo merezca la pena.

Aquí álbum de fotos de la jornada, y aquí como pase de diapositivas.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Camino Inglés y Fisterra

Tras la vuelta de ritmo de publicación en el blog no podía desoir la petición popular de mis hermanos peregrinos y debo contar la intensa y concentrada experiencia de este verano durante nuestro recorrido a pie Ferrol-Santiago de Compostela-Finisterra. Después de la fallida experiencia (por pereza) de mob-blogging aquí tendréis el relato.

Como se trata de una experiencia compartida y ha pasado un tiempo importante, espero contar con los comentarios de mis compañeros de camino (navaja en cuello si hace falta, jajajajaja) para completar una serie de entradas que serán meras pinceladas de impresiones y experiencias acompañadas por imágenes.
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Las fotos de mi cámara se verán complementadas por algunas preciosas de mi hermano, que hizo el Camino Inglés (Ferrol-Santiago de Compostela) hacia finales del verano, y que también quería compartir con todos vosotros.

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Así, e interrumpiendo la actividad anormal del blog, las entradas irán apareciendo desde hoy, a un ritmo de una cada dos o tres días (para que os de tiempo a comentar), en una pequeña maratón de publicación.