domingo, 30 de septiembre de 2007

Llegando a Suiza. Ginebra y la Zona Internacional.

Comienzo en este post a contaros algunas impresiones de nuestro viaje a Suiza, que, como comentaba en el anterior post, nos llevó en rápida sucesión de visita por Ginebra, Berna, Interlaken, Lucerna y Basilea. Cada uno de los post que haré de este viaje se corresponde con uno de los días, comentando actividades del mismo. Además incluyo cuadros con aspectos generales del viaje o/y del país y las distintas ciudades.

Una vez aclarado esto nos trasladamos a Ginebra, una ciudad muy, pero que muy peculiar, tanto por su ubicación como por su historia marcada por La Reforma. La llegada a la ciudad en el avión ya es espectacular, con la vistas del Lago Lèman con Francia, en una orilla y Suiza en la otra.Los vuelos. Salimos de Madrid en jueves por la mañana, con easy-jet. La vuelta era al miércoles siguiente por la tarde desde Basilea. El precio de risa, en serio, ni un autobús a Albacete... Con un poco de suerte, con esto de las compañías low-cost, se viaja bien baratito.


Después de desplazarnos desde el aeropuerto a la estación de trenes y de allí al albergue decidimos comer algo rápido y pasar por la oficina de turismo para hacernos con algún plano de transportes de la ciudad. El trayecto hacia el centro de la ciudad fue algo lento por la lluvia: acabamos empapados.

Empleamos la tarde en hacer una visita a la zona internacional de Ginebra, que alberga el Museo de la Cruz Roja y las sedes europeas de la ONU y la OMS. La vocación humanista de ciudadanos ginebrinos llevo a la fundación de la Cruz Roja y a impulsar la Liga de Naciones, institución predecesora de la, quiero y no puedo, ONU. Aunque no es oro todo lo que reluce (parece que aún hay denuncias de violación de los derechos humanos en el país) hay que reconocer el mérito de ambas instituciones. La tradición de neutralidad, el servicio militar obligatorio (en pos de una teórica autodefensa eficiente) y las famosas cuentas numeradas hacen aún más peculiar el país y difícil de aprehender su idiosincrasia.

Fuimos recibidos con mucha hospitalidad en el Museo de la Cruz Roja, donde se repasa en una magnífica exposición el nacimiento, obra y milagros (de los de verdad) de esta institución. Especialmente escalofriante el muro del sótano, donde en la línea de tiempo del siglo XX están marcados todos los conflictos bélicos y catástrofes naturales de importancia. Museo de la Cruz Roja

Emociona ver los siete millones de fichas de prisioneros y heridos de guerra atendidos por Cruz Roja, y que han servido para que las familias pudieran conocer la suerte de sus allegados. No parece casualidad que los primeros tratados de prisioneros y la convención de Ginebra nacieran precisamente aquí. Un dato: estos tratados no contemplaban a la población civil, lo cual dejo total impunidad en un primer momento a las atrocidades nazis en los campos de concentración. En definitiva una visita que dio mucho que pensar...

El GuardarropaEn la foto veis el "Guardarropa" del museo: unas perchas en el pasillo. Comprenderéis desde nuestra óptica picaresco-cañí que nos costará dejar los chubasqueros allí y nuestra sorpresa al comprobar que aún estaban allí a la vuelta, jajajaja.

La siguiente visita fue a la sede europea de la ONU, cuyo complejo es en la práctica suelo internacional. De la visita guiada, en Francés, pude entender poco, pero me quedó la idea de que la ONU es una ENORME máquina burocrática, que abarca muchas tareas, con sedes repartidas por varios países. Al pasear entre los edificios y entrar en los salones de reunión es fácil imaginar y creer en una humanidad que aún no ha llegado a entenderse o aceptar sus diferencias...Salones de la ONU


Camino de Santiago en GinebraEl resto de la tarde aprovechamos para pasear por la zona comercial, la catedral y las calles peatonales adyacentes y hacer alguna compra (Nuria pudo reemplazar la pluma que había perdido en el aeropuerto y seguir tomando sus notas del viaje) En la foto detalle de señalización del Camino de Santiago en las calles que rodeaban a la Catedral (recordadme que me lo piense dos veces antes de empezar desde aquí, jajajaja)


La cena (a eso de las 7) fue en una excelente cervecería frente a la estación de tren que tenía a bien fabricar su propia cerveza artesana, y que acompañamos con ese tipo de comida que pega bien con una buena cerveza (ver foto) ->Queso!

El tiempo. Un poco revuelto. Ese mismo día de nuestra llegada nos cayó una BUENA chupa de agua. Lluvia algún otro día, pero sol, espléndido sol, en los días que más falta hacía.

Jet'd'eauComo nuestra última noche en la ciudad, aprovechamos para dar un paseo nocturno por las principales calles, la Catedral y las orillas de Lago Léman. En la foto vista nocturna del Jet'd'eau, gigántesco "hidrochorro" de unos 150m y principal hito de la ciudad. Durante parte del día, debido al viento, estuvo parado.


Todas las fotos del día en este álbum.