martes, 26 de junio de 2007

Refrescando el verano...

Qué mejor para refrescarse en estos días finales de Junio que un buen té helado casero.

Podemos conseguir nuestra ración de té frío de dos formas:

Infusionado en caliente: Es decir, hacer el té como para tomarlo caliente y después enfriarlo. Los tiempos de infusión son los normales, según sea té negro, verde, rojo... Se recomienda añadir doble cantidad de té (unas 5 cucharadas por litro sería más que suficiente) para tener una infusión más concentrada que mantenga el sabor en caso de servirla con cubitos de hielo. También se pueden hacer cubitos con el té resultante.

El azúcar es siempre al gusto. Yo añado unas dos cucharas pequeñas por cada medio litro.

Tanto si se deja enfriar a temperatura ambiente como si se mete enseguida en la nevera, es normal que se enturbie. En botellas de cristal cerradas herméticamente aguanta semanas.

Para enfriarlo rápidamente, como con cualquier otra bebida, sumergimos el té ya embotellado en un baño de agua con hielo. El proceso se acelera añadiendo un puñado de sal al agua (cosas de la naturaleza...)


Infusionado en frío: Si recordáis algo de química las reacciones suelen aumentar su velocidad con la temperatura. Si queremos hacer el té en agua fría el tiempo de infusionado tiene que ser mucho mayor que los menos de 5 minutos para agua cerca del punto de ebullición.

Según mis pruebas se obtiene un resultado aceptable con unas dos/tres cucharadas de té por cada medio litro de agua y unas 6-7 horas de infusión. Con este método añadimos directamente el té al agua en una botella y lo metemos en el frigorífico.

Es ideal para hacerlo antes de dormir y por la mañana sólo hay que colar la infusión y azucarla al gusto para tener té helado para el día.

No he encontrado datos concretos, pero parece que los taninos (el componente que amarga el té) sólo se suelta en agua muy caliente, por lo que en agua fría, por muchas horas que pasen, es difícil que vuestra infusión amargue. Sin ir más lejos el otro día se me quedó 12 horas en infusión y está casi igual que en 6...

A partir de ahí podéis echarle imaginación: mezclarlo con zumos, añadirle una rodaja de limón, etc. Los tés con aromatizados frutales qudan muy bien fríos.

Otro día daré una receta algo más avanzada de té de temporada con cerezas frescas que esta buenísimo.

Ale, me voy a beberme el vaso de la foto, que se calienta, hombre ya!

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